Lamento que últimamente abunden en este blog las etiquetas de denuncia pero la misión vivienda -tardía y no planificada- levanta viviendas, pero a su paso deja muchos problemas. La improvisación, la falta de planificación urbana y peor aún, la total ausencia de sanciones a los responsables de estos desmanes contra nuestra ciudad y los que la habitamos me obligan a ocuparme de temas poco gratos.
Ya hablamos de las concreteras y sus perniciosas consecuencias entre los residentes de este estrello valle. Ahora le toca a nuestras aceras.
En Caracas -carrocéntrica- cada día se cometen más abusos contra los que insistimos en andar a pie, contra los que entre un transporte y otro debemos usar las aceras. Si no fuera suficiente la invasión de las aceras por bolsas de basura, escombros y materiales diversos por parte de comerciantes abusivos y desconsiderados ahora se suma el Estado. Sí señor. El mismo Estado que lidera la tan cacareada misión vivienda -minúsculas intencionales- ahora se vale de las aceras caraqueñas para dejar allí los materiales requeridos para las obras en ciernes. Esto es indignante e inaceptable. Especialmente, porque es el Estado -con sus autoridades locales y nacionales- quien debe velar por el cumpimiento de la norma. Y la norma no puede permitir que los profesionales responsables de esas obras no dispongan de espacios, en los lotes donde ocurre la construcción, para almacenar sus materiales.
¿Qué parte de las más elementales normas de respecto al ciudadano no han entendido los ingenieros o arquitectos responsables de esas obras que dejan cerros de ladrillos almacenados sobre la acera? ¿Qué autoridad supervisora -de alcaldías y gobernaciones- se hace la loca ante semejante atropello? ¿Quién propicia que el peatón tenga que lanzarse a la calzada esquivando pilas de bloques y sacos de escombros?
Construir viviendas -a la carrera para saldar una deuda de largos 14 años- no puede hacerse llevándose por delante los pocos kilómetros de aceras maltrechas que tenemos los caraqueños. Y estoy hablando solo de un problema que dejo ilustrado con fotografías recientes. No estoy tocando otros temas -igual de cruciales- como la falta servicios, de vialidad, de equipamiento, de esas unidades de vivienda. Ese es otro tema igual de grave.
¡Un poco de verguenza, por favor!
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