Llegaron las lluvias, se van las flores y vuelven los desastres -derrumbes, inundaciones, damnificados- fruto no de la necesaria y generosa naturaleza nuestra, sino de la ausencia de planificación; de la desidia y la falta de mantenimiento de drenajes y quebradas.
Más de lo mismo, todos los años de abril a octubre. Por eso, les dejo algunas fotos que retratan la pródiga paleta de rosados, verdes, naranjas y demás estridencias cromáticas de Caracas.
Puras flores, mientras fuera de esta pantalla llueve a raudales, se congestiona aún más el tráfico y retumban las cornetas.
Todas estas imágenes son de mi autoría, excepto: Cauchos y flores que es de FRANCISCO PEREIRA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario