Ser hito de la arquitectura moderna chilena.
Ser meca de arquitectos y de estudiantes de arquitectura.
Ser sede de la Comisión Económica para América Latina y del Caribe.
Haber sido objeto y sujeto de estudio en el concurso ganado por Emilio Duhart, Roberto Goycoolea y Oscar Santelices.
Todo eso, en el orden que cada quien decida, es el edificio ubicado junto al Parque Bicentenario.
Y está por cumplir 60 años.
Seguir siendo ejemplo de implantación, de referencias originarias de Chile y de la modernidad.
Albergar la luna -cómo cielo de su sala plenaria- mientras el sol discurre hasta posarse, puntual, en una de sus caras internas.
Ser eco en la cúspide para honrar al Manquehue y ver volar las aves junto a la cordillera.

Abrigar con maderas del Paraguay, cobre de Chile, piedras de Brasil y rocas del Mapocho.
Ver crecer especies vegetales traídas de todas las regiones y anidar pavorreales de otras tierras.
Haber sido vanguardia, tecnología e innovación y, a pesar de los años y los cambios, seguirlo siéndolo.
Todo eso y más es la sede de la CEPAL en Santiago.
Gracias Guillermo, gracias Paula por la grata visita.