Un damero y 79 reinas
Es
martes de carnaval –en una ciudad donde muchos huyen en estas fiestas– y 32 caraqueños acudieron puntuales
a nuestro primer #recorrido basado
en la guía Caracas, del valle al mar.
Hay
caras conocidas pero la mayoría son [usuarios]
seguidores de nuestras cuentas en Instagram [@las_itacas y @imagenesurbanas]
que por obra y gracia de caminar y fotear Caracas saltaron de la pantalla digital
al 3D. Sus rostros siguen atentos las instrucciones de LuisRa Bergolla; quien,
plano en mano, indica el camino a seguir desde la torre en la esquina de El
Chorro; obra de los arquitectos Carlos Gómez de Llarena y Moisés Benacerraf.
Partimos.
No
sin antes escuchar la espontánea explicación del profesor Luis Polito [FAU-UCV]
sobre la gran “ochava” de la antigua sede
del Grupo Unión [1988]; haciendo honor a ese recurso urbanístico presente
en nuestros cascos urbanos. De allí en adelante seguimos el curso de las calles
ortogonales que conforman nuestro modesto casco fundacional, para detenernos en
28 de los 79 edificios y espacios públicos destacados en la mencionada guía. El
Pasaje Linares [1891] y sus coloridas puertas nos atraen.
Nuestros
pies siguen el camino empedrado, rumbo norte, hacia la Plaza El Venezolano [1595]. Imposible obviar el “misil” erigido
para conmemorar una fecha civil pero el pequeño reloj de sol –réplica del
original– conquista las miradas. Subimos al balcón de una pequeña edificación que antes era una piñatería; en
esa zona hay muchas que le dan color. Lo raro es que quien nos recibe no es un
guía turístico patrimonial, sino un miliciano. Aprovechamos la vista para
fotear y de allí nos vamos la Plaza
Bolívar [1567-1864]. Siempre me conmueve su pequeña torre devastada y
vuelta a erigir luego de los terremotos. Antes hicimos un alto frente a La Casa Amarilla [1864], el Teatro Principal [1928] recién restaurado
por Nelly Del Castillo.
De
allí bajamos en búsqueda de la ceiba frente a la Iglesia de San Francisco
[1595]. Cada vez que voy allí recuerdo
que, cuando era niña, corrió el rumor de que una virgen talló el tronco de la
gran ceiba. Fui con mi mamá y entre la multitud recuerdo haberla visto. Ya no está.
Luego
de recorrer el interior del templo de San Francisco nos detuvimos a contemplar
las imponentes fachadas del Palacio de Las Academias [1577-1586] y el Capitolio /
Palacio Federal Legislativo [1872-1877]. Cada sitio es una oportunidad para
contar historias, anécdotas y testimonios de personajes.
Luego
nos dirigimos al Centro Simón Bolívar
[1949] y constatamos,
lamentablemente, el mal estado en que se encuentra este conjunto que fuera
emblema de la Caracas moderna. Pero no hay tiempo para llorar sino para soñar
con el rescate de estos espléndidos espacios que albergan un secreto bien
guardado: el mosaico del artista ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, en una de las
galerías abiertas hacia Plaza Caracas
[1983]. También registramos la mirada inquisitiva de “El Genio”, ese rostro
esculpido por el español Victorio Macho que tantos comentarios generó cuando
fue instalado frente a los museos de Bellas Artes y Ciencias. Otro tanto ocurre
en la Plaza Diego Ibarra [1967] y
desde allí partimos hacia el espacio que daría cierre a nuestro primer
#recorrido: Parque Carabobo [1881-1936].
El conjunto escultórico de Francisco Narváez, fue el escenario perfecto para
despedirnos.
Prometimos
volver. El proyecto #CCSen365 tiene
como meta reconquistar nuestra ciudad y apropiarnos de ella ampliando nuestros
mapas mentales. [Re] descubrir su belleza y aumentar nuestra #AutoestimaUrbana.
Eso hacemos.