Mitchele Vidal | @imagenesurbanas

martes, 29 de abril de 2008

¿Quién apagó la luz?

Mientras subía las escaleras que conducen del sótano 2 al nivel Libertador del Multicentro Empresarial del Este pensaba que sólo, en las últimas tres semanas, había oído dos calificativos preocupantes para nuestra ciudad.


El primero fue “Ciudad Infernal”. Absolutamente inaceptable –al menos para mí–. Especialmente porque salió de boca de un reconocido poeta venezolano al finalizar una hermosa velada de lectura de poesía en el Centro Cultural Chacao. Vaya forma que encontró el poeta para agradecerle a la nutrida concurrencia que venció el tráfico y la lluvia tras culminar sus horas laborales con esa relajante actividad.

Malagradecidos que son algunos.


El segundo adjetivo fue “frágil”. En este caso, auténtica mezcla de impotencia y amor desesperanzado en los labios de la sensible poeta y escritora Edda Armas, vísperas de bautizar el segundo libro que recoge los relatos de 15 narradores urbanos editado por La Fundación para la Cultura Urbana.


En esas estaba…cartera y lap top al hombro, con un pié en el pasillo y otro en el ascensor que me subiría al piso 18, cuando de repente, se apagó la luz. La verdad es que por estos lares no estamos acostumbrados a eso, o no estábamos. Cuando se va la luz es por pocos minutos, a veces segundos. Así que tanteando el camino mientras mis ojos se acostumbraban a la oscuridad me acomodé en una silla de la pastelería y me senté a esperar…

Junto a los minutos se amontonaban las conjeturas. Los celulares no respondían órdenes; ni mensajes ni llamadas. Los vigilantes corrían nerviosos tras la liberación de los que se habían quedado atrapados en los ascensores. Algunas lámparas parpadeaban con flojera como para hacernos creer que ya todo había pasado, pero la luz no se animaba a brillar. Después de tomarme un refrescante papelón con limón, que fue lo único que pudieron venderme sin la ayuda de una máquina eléctrica y tras advertir que pagaría con el monto exacto, salí a la calle a ver qué pasaba.

Caos total. Las bocas del Metro de Chacao escupían miles de almas que al quedarse sin esa vital forma de transporte, colmaron las calles ante las insuficientes aceras. Bajo los semáforos inservibles algunos fiscales de transito agitaban brazos y pitos al viento en la búsqueda de un orden imposible. Escuché algunas cosas muy divertidas: –¡es un sabotaje! Gritaba uno que a la vez insistía con su celular. ¡Claro! –Ese es Bush que no tiene más nada que hacer y bajó la cuchilla de la luz, –Le espetó una señora con risa socarrona...Dicen que se fue en todo el país... Que están empezando a saquear algunos negocios en Chacaito…

Di media vuelta y alumbrándome con la pantalla del teléfono bajé los dos sótanos oscuros que me separaban de mi carro; de mi radio alimentado por una batería; de mis luces de carretera. La gente que hacía cola para pagar el estacionamiento no estaba menos crispada. Me costó más de media hora alcanzar la taquilla y otra media hora la calle.

La avenida Francisco de Miranda era un gran estacionamiento donde se agolpaban carros, autobuses, motos y gente. Mucha gente, que salía a borbotones de todas partes. La penumbra también arropaba las noticias. Apagón generalizado. Más de 10 estados de todo el país sin luz.

Caracas, ciudad frágil. ¿Cuándo te darán las vitaminas para que sigas creciendo fuerte, robusta, saludable?

sábado, 26 de abril de 2008

El Arte también viene en spray

Bravo. Sucedió lo que tanto anhelaba. Mi post anterior “El vandalismo también viene en spray” generó una enriquecedora discusión que espero continúe. Precisamente por ello publico una foto que me envió EC y que nos muestra cómo el spray puede ser una técnica para crear obras hermosas. Arte urbano. Claro, cuando el lienzo es cedido generosamente por quienes viven detrás de la fachada intervenida.

Aquí va la foto, generoso aporte de quien alzó su voz en defensa de esta forma de arte urbano, y un link de la noticia que dio cuenta -en junio de 2006- que el Arte, también viene en spray. Gracias EC.

Como dato importante para la ubicación del GRAFFITTI de marras indico su ubicación:
Av. Libertador, fachada este (ciega) contigua al Mc' Donald de Chacao.

http://economia.eluniversal.com/2006/06/18/ccs_art_18443M.shtml


El arq. Carlos Zerpa Abzueta también hizo su aporte a esta conversación vía blog, así que aquí publico dos de las imágenes que me envió para difundir la obra del artista nacido en NY Eric Grohe quien armado de algo mas que varias latas de spray convierte muros y paredes en gigantescos murales. Aquí los dejo. Saquen ustedes sus conclusiones.

domingo, 20 de abril de 2008

EL VANDALISMO TAMBIÉN VIENE EN SPRAY

"Escribe que algo queda" era la conseja de un notable escritor de nuestros medios impresos. Ahora la consigna es: RAYA QUE ALGO QUEDA.

De la larga lista de afrentas a nuestra ciudad ahora tenemos otra que se ve por todas partes: el GAFITI. No, no me comí la R, tampoco la doble "f" ni la doble "t"; pero es que el que sufrimos ahora además de abusivo es tan simple, tan vacío de todo contenido e imagen que ni siquiera se merece el término con el que se conoce a las pintas callejeras, esas que en algún momento derrocharon color, creatividad, ingenio y realzaron muros baldíos y paredes huérfanas de acabados y colores.

No, este Gafiti no teme a las alturas ni sufre de vértigo. No respeta espacio público ni privado. No exige pureza al contacto con la pared, es más, mientras más rayada esté, mejor. Total, la meta es imponerse. Hablar más alto; gritar. La última raya es la que vamos a ver, la que se impone. Debe alcanzar protagonismo a costa de lo que sea. Le encantan las vallas publicitarias y las señales de tránsito. Ni hablar de los avisos de señalización, son tan apetecibles, ¡con los pocos que tiene nuestra ciudad!

El lienzo importa menos. Sirve un muro de ladrillo, mejor otro de mármol, o aquel de piedra y cemento martillado donde es muy difícil de quitar. Tampoco cuenta el tamaño, vale todo. Desde una puerta, una caseta telefónica hasta un poste de luz. Solo rayas. De todos colores, aunque no digan nada.


Y nadie dice nada. Las Alcaldías de Chacao y Baruta han organizado encuentros para canalizarlos en determinadas áreas y en otras, han emprendido concursos entre artistas plásticos para vestir con honores muros emblemáticos, como el que acompaña la autopista de Prados del Este realizado por Patricia Van Dalen o el más reciente en el distribuidor de Altamira. De resto, mutismo total.

Urge agua y jabón para lavarle la cara a nuestra ciudad y alguna medida para impedir que desocupados del este y el oeste se entretengan ensuciando nuestra ciudad.





sábado, 12 de abril de 2008

CIRCO SIN PAN NI CARPA

Múltiples son las caras del trabajo a la intemperie. Un montículo de concreto "pensado" para que algún fiscal dirija el tránsito a pitazo limpio, se convierte en plataforma de sencillas maromas. Basta un ula-ula, un poco de equilibrio y la necesidad de llevar a casa unas monedas para cambiar por pan. La generosidad y la paciencia de los transeuntes dura lo mismo que la luz roja.

Otras veces, a falta de trapecio buenas son guayas. Abajo no hay red. Mucho menos aplausos. Sólo la acera pura y dura por donde corren peatones que no alzan la vista en dirección a las estrellas, ni a las relucientes fachadas.

Fotografías: Arq. ODOARDO RODRÍGUEZ

domingo, 6 de abril de 2008

Así son ellos

Fotografía de referencia: www.flickr.com/photos/vpzone/130451879/

Hace pocos días me crucé en el paso cebra –como diría Willie Chirinos, cantando a Sabina – con un periodista al que leo con deleite: me gusta como escribe y como luce. El caso es que el hombre en cuestión llevaba colgado de su brazo a una mujer. ¿Novia?, ¿Amiga?, ¿Pareja?, ¿Peor es nada? -perdón, los hombres no tienen Peor es nada- ¿Esposa?, ¿Amante?, ¿Es complicado? –como llaman en el Facebook a esas relaciones difíciles de etiquetar – en fin, la lista es más larga que el tiempo en que cruzamos nuestras miradas: lo que duró el semáforo en clave de peatón. O sea, muy poco aquí en Caracas, donde los carros se abalanzan sobre el rayado a la espera del ansiado verde de la partidaaaaaa!! Pero esos segundos fueron suficientes para darme cuenta de que el escribidor de marras lo que quería era soltar ese brazo femenino que lo etiquetaba. Deshacer el nudo que en fracciones de píxel lo acercaba peligrosamente a su alta resolución de hombre ocupado.

Mi reacción fue de doble sorpresa: cruzarme con él sin el papel y la tinta de por medio y, constatar una vez más, que el espermatozoide es la más exitosa de las células. Doblega afectos. No distingue intelecto. No importa si su portador es noble profesor; sagaz analista político, acucioso científico; jugador de béisbol o guachimán de obra en construcción. A los primeros se le van los ojos a pesar de sus esfuerzos por disimular sus extravíos. Los últimos disparan sus piropos como quien lanza una bola criolla buscando el mingo.

Justamente, un par de cuadras antes de cruzarme con el periodista ya un obrero me había regalado un: “¡Cooooooño señora! que me recordó una anécdota de mi mamá cuando – calculo – tenía la edad que yo tengo ahora. Llegó contándome que le habían echado un piropo de dual significación: – ¡Qué vieja tan elegante! –le espetó el tipo. Con la gracia que la caracterizaba me dijo que no sabía si alegrarse por lo de “elegante” o molestarse por lo de “vieja”, con lo ofensivo que puede ser ese calificativo por estas latitudes jóvenes.

En fin, que he descubierto la pólvora. Los ojos y la lengua masculinos cuando de mujeres se trata, son irremediablemente comandados por la fuerza viva de la letra más erecta del alfabeto. La letra “Y”.

Así que si eres hombre no te inquietes, ni te sientas culpable – ¿hay hombres que se sienten culpables? – cuando tus ojos abandonen sus órbitas tras un par de poderosas razones o de una abultada retaguardia. Si eres mujer no los culpes. No se gobiernan, son esclavos de una sola letra que no en balde también se le conoce como “conjunción copulativa”.

sábado, 5 de abril de 2008

VIDA A LA INTEMPERIE


Fotografía: Arq. ODOARDO RODRÍGUEZ

Lamentablemente, en esta ocasión tus ojos no te engañan. Lo que estás viendo ES una niña. Desnuda. Indefensa. A la espera de que su madre o quien quiera que haya asumido la responsabilidad de cuidarla, se ocupe de ella. Triste estampa sin duda alguna. Tomada no en cualquiera de los puestos de "economía informal " -eufemismo estúpido que esconde el desamparo de miles de ciudadanos de nuestro país en plena edad productiva, que buscan el sustento a la intemperie en jornadas interminables de 12 horas diarias- sino en el mercado de Baruta.

¿Por qué hago esa salvedad? Pues porque el mercado que se instala todos los sábados en la vía pública de ese pueblo fundado en 1620 y que forma parte de nuestra ciudad, no es improvisado. Está profundamente arraigado en la vida de todos los habitantes de esa zona y de las contiguas.

Pero el dolor es el mismo.

martes, 1 de abril de 2008

LA CARLOTA

Fotografía:http://cav.org.ve/cms/

Lo que los vecinos de Chuao y El Cafetal quieren en La Carlota es un parque de grama y pajaritos. A este clamor se unieron más de trescientas personas que asistieron el 25 de marzo al primer CABILDO METROPOLITANO que se llevó a cabo entre aplausos y NO en la Iglesia San Luís Gonzaga de Chuao.

El presidente de la Asamblea caraqueña Asdrúbal Henríquez dio inicio a la sesión extraordinaria y, seguidamente, tomaron la palabra los concejales Ciordia, Ruiz y Padrón. El primero y el tercero defendiendo la posición de los vecinos que ven con suma preocupación el avance de unos trabajos de movimiento de tierra, demoliciones y acarreo de materiales en los terrenos de La Carlota, cuando ni siquiera se ha presentado un proyecto de lo que se está empezando a construir allí. El concejal Inmer Ruíz, representante oficialista, intentó defender la posición del gobierno argumentando que se van a hacer las consultas pertinentes y que además allí –en La Carlota– hay espacio para todo. Entonces ardió Troya. El Concejal Ruíz se vio obligado a interrumpir su ponencia en varias oportunidades. Finalmente, al ceder la palabra a los participantes abandonó la sala.

Durante varias horas, vecinos; profesionales de diversas disciplinas; estudiantes de educación media y hasta niños participaron con sus opiniones y propuestas. Unas más viables que otras. Todas llenas de incertidumbre, de impotencia, de rebeldía ante el atropello del poder. Ante la soberbia de un gobierno que aun reconociendo que no existe un plan maestro para acometer semejante intervención urbana, comienza unas obras a la vista de todos. Provocando.

Finalmente, el acuerdo fue solicitar de inmediato el cese de los trabajos en el sitio en vista de la flagrantemente violación de la ordenanza. Y –por ahora– el Ministro de Hábitat y Vivienda dio la orden de la suspensión de los trabajos.

Todos los caraqueños estamos en el DEBER de defender este espacio valiosísimo para nuestra ciudad. Un espacio que es el centro de la Caracas del futuro. Un pulmón verde para todos los ciudadanos. Un parque incluyente para el disfrute de nuestros hijos, nuestros nietos. El parque verde que merecemos todos los que habitamos esta ciudad de todos. Esta ventana con vista a El Ávila permanecerá abierta…


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