El jueves 5 a las 6:30 p.m. la sede del Colegio de Arquitectos de Venezuela bullía. A las 7:00p.m. se dio inicio a la primera sesión dedicada a rendir merecido homenaje a la obra de 5 arquitectos venezolanos fallecidos en el transcurso del último año. Octavio De Lamo –a la sazón presidente del CAV– entonó las palabras de bienvenida a profesores, estudiantes, arquitectos, diseñadores e invitados. Todos llevábamos la misma inquietud: repasar la obra que nos dejaron antes de partir
Mario Breto, Jorge Rigamonti, Jesús Tenreiro, José Miguel Galia y Tomás Sanabria.
El Arq. Octavio De Lamo -Presidente del Colegio de Arquitectos de Venezuela- da inicio al homenaje. Fotografía: Arq. Odoardo Rodríguez Hermosa tarea la de los tres panelistas invitados, teniendo en cuenta la sensibilidad a flor de piel de los presentes, especialmente, la de las compañeras de vida y los hijos de estos destacados venezolanos que nos dejaron sembrados sus sueños. En ocasiones aquellos sueños vieron la luz en forma de edificios emblemáticos de nuestra ciudad: El sinuoso Camarón de Mario Breto; el Hotel Humboldt de Tomás Sanabria -el más visible de los íconos de Caracas- y La Torre Polar el primer edificio en curtain wall de nuestro país que levantó José Miguel Galia junto a Martín Vegas. En Güigüe vibra la Abadía de Jesús Tenreiro y en San Carlos, el Estadio de Gimnasia Olímpica que proyectó Jorge Rigamonti.

Soc-Urb. Omar Hernández, Arq-Urb Lorenzo González Casas y Arq. Rafael Pereira Fotografía: Arq. Odoardo Rodríguez
Omar Hernández, sociólogo y urbanista de profesión y arquitecto de corazón, comenzó haciendo una breve síntesis de cómo nos convertimos en ciudad moderna imantados por la fuerza del poder central. Fue así como Caracas creció arbitraria, azarosa, seducida por las últimas tendencias de la arquitectura internacional hasta llegar a esta ciudad de nuestros días que clama orden y sosiego.
Lorenzo González Casas, arquitecto-urbanista egresado en 1980 de la Universidad Simón Bolívar nos llevó a través del hilo que enlaza la vida y obra de estos cinco creadores con el especial cuidado de quien se sumerge en la investigación acuciosa antes de aventurar ninguna hipótesis y concluyó: dos generaciones, dos tiempos históricos, económicos y políticos; una misma realidad: crear y enseñar fue la premisa común de los arquitectos que aquí nos trajeron.
Rafael Pereira, arquitecto y profesor de historia y crítica de arquitectura de la Universidad Central de Venezuela fue, como siempre, muy polémico. Su pregunta arrojada sin anestesia ¿A dónde van a ir a parar esos sueños? Muchos de los que se consolidaron como edificios están hoy maltratados –triste ejemplo el de la Torre Polar hoy flagrantemente agredida con una publicidad de dimensiones tan grotescas como irrespetuosas– y los que no se materializaron, proyectos ganadores de concursos, mil ideas volcadas sobre papeles amarillentos que yacen esperando que el tiempo las disuelva sin tomar forma corpórea. No es posible. No debemos permitirlo. En nuestras manos está impedir que ese legado de vida, de pasión por la arquitectura, por la ciudad y la docencia no muera junto a sus autores.

Fotografía: Arq. Odoardo Rodríguez
La oportuna intervención de uno de los asistentes añadió una duda no menos inquietante: ¿Cómo hacemos llegar a aquellos menos favorecidos, menos sensibilizados la certeza de que nuestras ciudades y sus obras son suyas y hacerlos partícipes de estas inquietudes?
Dejo aquí las palabras de cierre de Omar Hernández refiriéndose a una anécdota de los arquitectos de aquella Varsovia ardiendo en tiempos de guerra: ¿Para qué dejar registro de unos edificios que más temprano que tarde van a desaparecer? Muy sencillo: porque la guerra va a terminar.
Las puertas del CAV se abrirán nuevamente el próximo jueves 12 a las 6:30pm para repasar la obra del Arq. Jesús Tenreiro.