Entonces entiendes porque, de alguna manera, sigues aquí. No es porque lleves años aquí, o te criaste acá desde la niñez, o naciste, o los tuyos viven acá o aquí es donde hay trabajo. Es esa luz que envuelve el espacio desde el sueño y que hila con suavidad tu verdadera realidad (la interior) con la verdadera de la ciudad.Y eso es lo que, el que no vive aquí, no entiende. Sólo ve 6 millones de almas llenas de neurosis. Yo veo a esas personas sumidas en un sueño que quieren hacer realidad cueste lo que cueste.
Una realidad de luz apagando el sueño. Así tenga que hacerse en otro lugar distinto a ese.
Soy ese espacio que, cada tanto, procura hacer eco de esa luz, salvaje, anterior a todo tiempo e indiferente a nociones ridículas de futuro. Una luz real, un presente permanente.
Ricardo Ramírez