sábado, 18 de diciembre de 2010

WILLIAM NIÑO ARAQUE

Fotografìa de Natalia Brand (eluniversal.com)

Cae la tarde y nuestra ciudad pierde un caraqueño. Esta vez no fue el hampa; ese mounstruo desatado que nos arrebata a diario tantas vidas, sino el corazòn de un hombre que dedicò su vida a pensar Caracas; a soñarla, a defenderla. Porque para William Niño Caracas siempre fue un sueño, una esperanza. A pesar del caos en que està sumida, de la desidia de la mayorìa de sus habitantes, del abandono continuo de algunos de sus gobernantes. Para èl no habìa ciudad màs hermosa, màs fascinante. Tanto, que a veces su visiòn era incomprendida.

-¿De què ciudad estàs hablando William? Mira la basura acumulada, el tràfico infernal, el hampa desatada. Pero William hacìa caso omiso a esos comentarios que por cotidianos se conviertìan en un eco sordo y continuaba... -Caracas y El Àvila monumental, su jardìn vertical; La Guaira, su frente marìtimo. Porque Vargas no es un estado, insistìa con razòn, es la salida de Caracas hacia el mar...

William se fue asì, de repente. Luego de transitar meses muy duros vìctima de una persecuciòn por el ùnico delito de defender algo en lo que siempre creyò. Junto al cierre -incomprensible, artero- de la Fundaciòn para la Cultura Urbana William viviò un exilio impuesto en una ciudad hermana que lo acogiò sabiendo que ganaba un curador experto; un estudioso de aceras y avenidas; un defensor incansable de la vida urbana. Pero Bogotà, que crece indetenible, vital, dejàndonos atràs en polìticas pùblicas de inclusiòn social no tiene El Àvila, ni emerge surcada de rìos y quebradas. Allà no abundan chaguaramos, palmas washintonia, apamates, ni jabillos. No hay caraqueños de pico y pluma, como solìa llamar a esa hermosa legiòn de loros, guacamayas y guacharacas que vuelan sobre nuestras autopistas y descansan en los postes de luz y en las rejas de los balcones.

Asì que volviò a Caracas lleno de proyectos, de ilusiones. No podìa ser de otra manera. Volviò para constatar como las lluvias torrenciales arrasaban con los cerros, como las quebradas se salìan de cauce. Su corazòn herido precisaba volver a la ciudad del paredòn de Petare -para èl, el màs grande de los monumentos caraqueños-, al 23 de enero y a Catia, a Quinta Crespo y a Sarrìa. A Sabana Grande. Al Altolar su ùltima morada.

Caracas pierde un defensor, ahora, que tanto lo necesita.

14 comentarios:

  1. Con él se va un amante de la ciudad de Caracas,un doliente!!Cuánta falta no hará su labor cuando queramos recosntruirla una vez que acabe el caos de país al cual estamos sometidos.Otro GRANDE que nos abandona!!!Ahora podrá ver desde el hermoso cielo de Caracas donde seguro estará a su adorada ciudad!!

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  2. Se fue William, un gran soñador, profesional y amigo desde tiempos atrás.

    Ante esta triste noticia, he hecho un ejercicio de memoria y lo primero que llega a mi recuerdo es la Facultad de Arquitectura y Artes Plásticas de la Universidad José María Vargas. Tantas vivencias sutiles pasaron por esos rudos espacios. Allí, conocí a William a principios de los noventa, fue mi profesor. Con él recibí, sin darme cuenta, “lecciones" de Historia de la Ciudad. Era un docente muy distinto, no le interesaban las notas, llegaba tarde y no tenía programa y mucho menos cronograma del curso, sólo conversaba y preguntaba mucho, a veces sin ninguna vergüenza: "¿cuántos de ustedes se han bajado de su carro a orinar en la calle?". Sus clases no me gustaban, no las consideraba serias sino más bien banales y muy cotidianas, había que conversar, a veces hasta me aburría. Me parece que no entendía.

    Hoy, como docente, pienso que quizá no estaba todavía preparado o no era maduro para conocer y valorar realmente su rol allí, el trabajo social que hacía con nosotros. Apenas empecé a entenderlo, cuando lo vi trabajando en la exposición retrospectiva de Jimmy Alcock, tanto en la Universidad como en la Galería de Arte Nacional, siendo yo un estudiante algo más avanzado.

    Allí, conversamos mucho, me adentré en su labor cotidiana, mejor dicho, en su lucha porque la arquitectura y el arquitecto sean valorados, se entiendan, y que su mensaje se presente de la mejor manera a la gente, al público. Él tenía su estilo, sus maneras y sus terquedades para lograr el objetivo, al final las cosas le salían bastante bien. Luego de esta experiencia, hubo gran afinidad, admiración y respeto, y me interesó seguir aprendiendo. Ya como profesional, trabajé junto a él y su equipo, entre otras tantas, en exposiciones de arquitectura como la de Tomás Sanabria; Wallis, Domínguez y Guinand; Celina Bentata y alguna exhibición para el Ecomuseo del Caroní en Puerto Ordaz. Hoy, no dudo en decir que ha sido una de las personas de las que más he podido aprender sobre la profesión y sobre Caracas.

    William Niño era un personaje difícil de seguir, pese a estar dispuesto; complicado de encontrar pese a estar presente y difícil de enfrentar porque no tenía tiempo para eso. Era un tipo malcriado pero muy noble. Un frágil guerrero al que, paradójicamente, siempre le tocó batallar en contra de lo que él tanto amaba: la ciudad y su gente. Era amado y odiado, pero muy querido.

    Desde hace unos años, cuando logré comprender aún más sus inquietudes y sus maneras, envidiar su energía, valorar su optimismo y sobre todo cuestionar su esperanza, lo empecé a admirar profundamente. Lo que él ha hecho, muchas veces de gratis y por amor (como él mismo decía), por la arquitectura y por la ciudad no es cosa común, mejor dicho, no es nada común. Sin duda alguna, se torna en ejemplo para todas las generaciones de arquitectos del país.

    Esperamos que el paso del tiempo nos permita seguir descubriendo y entendiendo su legado, ahora bajo su mirada atenta y mucho más reposada, desde la distancia.

    Gracias por todo, William.

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  3. Anónimo10:22:00

    Muy bellas tus palabras hacia William, Mitchele....
    Caracas perdió su mas fiel admirador...!
    Dicha la nuestra de haber contado con él.
    Nuestra ciudad y nuestros corazones están de duelo.....

    Un abrazo y mil gracias.

    Celina

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  4. Cuantos estuvimos cercanos a él, notamos su cansancio paulatino, los kilos perdidos,el jadeo por tanto dolor de país y el atropello de un gobierno forajido.

    William fue el más romántico defensor de Caracas que hoy está de luto. Jamás lo olvidaremos.

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  5. Que descanse en paz William, un adorador de la ciudad mas linda del Mundo...nuestra Caracas, que mas temprano que tarde recuperaremos. Siempre recordaremos las experiencias, pleitos y comentarios de este particular y apasionado colega.

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  6. Caresse Lansberg1:06:00

    Siento tanto la muerte repentina de William Niño! El era un hombre encantador y siempre lleno de cuentos y de anecdotas de su ciudad. Durante un año y pico en que trabaje para Maria Luz Cardenas en la GAN llegue a conocerlo y todos los mediodias xoincidiamos en el cafecito del MBA , nos sentabamos juntos a admirar el parque y a conversar.
    Un dia le dije que me encantaria hacer una gran fiesta en el jardin/ parque del MBA y se rio mucho. yo opinaba que muy pocos conocian ese hermoso lugar .....años despues una gran compañia de seguros me pidio que le organizara la celebracion de sus 60 años, asi que les propuse hacerlo precisamente alli.
    fue un fieston genial. William se me acerco y comento en voz alta al grupo -"esta mujer tiene soñando esta fiesta desde hace tiempo"-, y volviendose a mi me dijo-" y mira que buena te quedo! " esa noche conversamos sobre el poder de los sueños y de las ideas, y de lo maravillosa que era nuestra querida Caracas a pesar del basurero en que este gobierno la ha convertido. No temas querido William, si volveremos!!

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  7. Anónimo23:06:00

    Maravilloso texto!!!!
    Un abrazo, Graciela Pantin

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  8. Anónimo23:07:00

    Bello escrito de Mitchele...lo retrata,

    In abrazo,

    Marisabel Peña

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  9. Anónimo23:08:00

    Simplemente hermoso texto
    para un triste momento.

    Gracias.

    Luis Romero

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  10. Anónimo23:08:00

    Gracias por este bello homenaje.Lo echaremos mucho de menos.

    Boris Muñoz

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  11. Anónimo23:09:00

    Ay gracias por esta bella semblanza de William.....que se nos fue y tanta falta nos harà.

    LFF

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  12. No hay duda que William Niño imaginó y soñó a la ciudad de Caracas con gran celo y profunda pasión. Gracias a William me hice miembro activo de la Fundación Museo de Arquitectura en 1988, junto con Jorge Rigamonti hoy habitante del espacio infinito. Ya le conocía desde la exposición Los Signos Habitables, organizada por Niño en la antigua GAN 1984, donde la preocupación de William era indagar sobre una posible "Escuela de Caracas". Entrevistó en aquella oportunidad a los maestros Tomás Sanabria, José Miguel Galia, Fruto Vivas, Jorge Castillo, Jesús Tenrreiro y Gorka Dorronsoro. En aquella época se conocía más de la arquitectura foránea, que de la nuestra. Gracias a su labor como investigador y divulgador en la GAN, Niño da a conocer la arquitectura venezolana. Recuerdo entre tantas exposiciones en las que fue curador y director editorial de libros catálogos: La Casa como Tema, Tomás José Sanabria, Alcock, Manuel Mujica Millán, Carlos Raúl Villanueva un moderno en Sudamérica, y para mí la más impactante El Espíritu Moderno 1950. Tuvimos la suerte de conocer de cerca a figuras de la arquitectura mundial, como Rafael Moneo, Mario Botta, Álvaro Siza, Rogelio Salmona y Jean Nouvel entre otros. Hoy sus textos, quieran o no, son una referencia por su valor de registro testimonial y documental.Su espíritu sigue entre los aromas y colores de Los Jardines de Caracas, y desde lo alto de los cielos en Caracas Cenital.

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  13. Bogotá no es Caracas , Caracas no es Bogotá.
    Bogotá tiene a Monserrate y a
    Guadalupe, los cuales tampoco son el Ávila, Y tan solo tiene 110 quebradas, cerca de 14 ríos y humedales que no son en Caracas porque sencillamente son lugares diferentes. En su redacción sugiere una comparación que me parece un poco fuera de lugar. Si es tristisima la perdida de William, pero que sea él quien nos aporte a unir no a construir comparaciones cualitaticas. Un cordial saludo >> danielkamilo@hotmail.com





    *http://riosyciudad.blogspot.com/2011/03/el-rio-bogota-aun-tiene-salvacion.html

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  14. Estimado Camilo, aprecio su comentario, que pone de bulto mi ignorancia sobre la riqueza hidrográfica de Bogotá. La cual, usted conoce muy bien y a la que yo he tenido la suerte de visitar en dos ocasiones, por pocos días, lamentablemente.

    Nada mas lejos de mi intención con este mínimo texto que "comparar" a Caracas con Bogotá. Y siento que percibiendolo así, se haya ofendido.

    Mis lineas apuntan a que fuera cual fuese el entorno de William allende Caracas, siempre la extrañaba .

    Saludos caraqueños,

    Mitchele Vidal

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