Así quedó el mural realizado hace pocos días por un colectivo dedicado al arte urbano que cometió el pecado de clamar por la NO violencia. Uno de sus voceros era -nada menos que- Gandhi, ícono universal de la paz y tenía además textos que aludían a ser cortés y otras buenas prácticas ciudadanas.
Pero los amigos del gobierno lo taparon con una ristra de afiches de la campaña electoral del candidato oficialista.
Clarísimo el mensaje. Violencia contra la No violencia.
La foto es de Caracas shots Allí podrás ver en detalle el antes y el después.
Quede registro.
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Hoy, 12 de julio, los artistas urbanos salieron al rescate del mural contra la violencia burdamente tapado por la campaña electoral del candidato oficialista y así dejaron claro que no se rinden.Aquí pueden leer la nota completa y ver más fotos...
Pero los amigos del gobierno lo taparon con una ristra de afiches de la campaña electoral del candidato oficialista.
Clarísimo el mensaje. Violencia contra la No violencia.
La foto es de Caracas shots Allí podrás ver en detalle el antes y el después.
Quede registro.
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Hoy, 12 de julio, los artistas urbanos salieron al rescate del mural contra la violencia burdamente tapado por la campaña electoral del candidato oficialista y así dejaron claro que no se rinden.Aquí pueden leer la nota completa y ver más fotos...
Bueno, Mitchele, la batalla gráfica de Bello Campo la perdimos, como siempre, los transeúntes.
ResponderEliminarEl primer mural era pobre. Sería todo lo pro-paz que queramos, pero era pobre gráficamente. Luego vinieron "los amigos" del gobierno y terminaron de ponerla, embasurando la pared con el afiche de ese hinchado que no quiebra un plato.
Que quede constancia de que las paredes de nuestra ciudad reciben un maltrato gráfico.
Que quede constancia de que las imágenes que usamos para expresarnos revelan lo que tenemos en la cabeza (y en el alma).
Y estas batallas gráficas expuestas en nuestros muros demuestran que tenemos una mentalidad quinceañera, esa misma que llena de dibujitos la última página del cuaderno de matemáticas.
Necesitamos más seriedad; más hondura emocional, hasta para rayar paredes.