Nader Tehrani. La obsesión por la geometría.
Socio de la venezolana radicada en EEUU, Mónica Ponce De León su propuesta está apoyada en la investigación de las formas y su estructuración, su aliado son las nuevas tecnologías digitales. Realiza constantes y exhaustivos estudios morfológicos para crear nuevas configuraciones estructurales aplicadas a la arquitectura. La geometría como piel, como estructura, como objeto lúdico, como protagonista de espacios habitables.
Su acento barranquillero nos hacía olvidar a ratos, que no es venezolano sino colombiano y que su infancia transcurrió en este valle. Sus proyectos más emblemáticos han sido otorgados por concurso –vía democrática y efectiva de generar arquitectura de uso público-. Viendo la importancia de sus obras construidas y plenamente disfrutadas por los ciudadanos para los que fueron proyectadas y ejecutadas, sentí un hueco en el corazón por lo desasistidos que están nuestros barrios en materia de infraestructura, por decir lo menos. Bibliotecas, auditorios, escuelas municipales y estatales sobresalen entre las viviendas informales de Medellín y Bogotá, ciudades donde Mazzanti desarrolla su trabajo como diseñador.
Alexia León. Blanco sobre el desierto peruano.
Única representante del género femenino entre los cuatro invitados, Alexia abrió las puertas y ventanas de las singulares viviendas unifamiliares que ha proyectado. En las antípodas de Mazzanti –ya que sus clientes son entes privados y no estatales- se ha dado a la tarea de desarrollar piezas residenciales que crean microclimas espaciales de alto vuelo estético dentro de contextos áridos; desde los desiertos del Perú hasta los de China.
Mientras los escuchaba exponer sus proyectos, convertidos muchas veces en realidades tangibles para los usuarios, pensaba en que allí estaban representados tres países con condiciones socio económicas similares a las nuestras y en los que Estado, empresa privada, comunidades y Academia –esa estructura de cuatro patas que piensa y construye ciudades amables- logra con efectividad paliar algunas de las necesidades de sus ciudadanos. Por supuesto, con una gran dosis de voluntad política.
¿Cuándo nos tocará el turno a nosotros, los venezolanos?
ufa!
ResponderEliminarcreo que lo de la voluntad politica pues...
ufa!
cuándo nos tocará el turno?
paso a saludar, te dejo un beso y me llevo TANTO
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