Tenía el tema rondando en la cabeza desde hace varios días. Lo había conversado con una amiga que regresó de vivir varios años en España y está impresionada con este arrebato de publicidad, con esta nueva forma de abuso visual. Pero fue hoy, viendo el “estado” de Enrique Larrañaga en Facebook lo que le puso nombre y apellido a mi molestia: Basura cultural. Está clarísimo. La difusión de espectáculos públicos de toda índole: cómicos, musicales, teatrales, homenajes, monólogos, diálogos, stand-up comedy, y un largo etcétera que –amplía las posibilidades de recrearse en nuestra ciudad– tomó por asalto nuestros postes y semáforos.
Sólo esto nos faltaba. La basura en cajas y bolsas negras que se encarama en aceras y deja un reguero cuando finalmente la recogen, ahora tiene refuerzo a la altura de los ojos. No hay poste que se salve del monólogo de Luís Fernández; del interminable aplauso de Mimí Lazo; de los estrenos en la nueva sala Teatrex; de los ídolos de ésta y otras generaciones; de las rumbas de los ’70, ’80 y ’90; y por qué no, de los conciertos de cantantes líricos, comedias musicales, estrenos y re estrenos teatrales y no sigo porque la lista es enorme.
Realmente no entiendo por qué si hay tantas formas de difundir un espectáculo público, especialmente cuando las entradas no cuestan 3 lochas –de las de antes– sino varias centenas de bolívares de los de ahora, la más codiciada es abusar de nuestra tolerancia y colgar carteles de un plástico indestructible para anunciar espectáculos que apenas durarán varias semanas, a veces sólo un día. Insólito.
Lo peor es que no dudo de la bonhomía y el sentir ciudadano de muchos de los artistas y productores responsables de esos espectáculos, pero creo que no se han detenido a pensar en el daño que le hacen a nuestra atormentada ciudad dejando en manos de ¿publicistas?, ¿comunicadores? la potestad de usar este medio para anunciarse. La gran mayoría de las emisoras de radio tienen espacios dentro de su programación para difundir, gratuitamente, los eventos que van a presentarse en nuestra ciudad. La nota de prensa, que yo sepa, no ha dejado de ser la forma natural de dar a conocer un espectáculo, eso sin contar con los nuevos medios: Facebook, Twitter, Blogs, Páginas Web. que surgen también para estos fines. Y sólo estoy hablando de los gratuitos. Asumo que la publicidad es uno de los costos sumados al valor de las entradas.
Y a todas estas ¿qué pasa con las alcaldías? Si esta práctica está regularizada parece que los usuarios de nuestros postes ni siquiera tienen la obligación de retirar la publicidad una vez concluida la temporada o terminadas las funciones. Los afiches se amontonan unos sobre otros y en el peor de los casos se caen, ensuciando calles y aceras dejando una maraña de alambres.
A uno de los mercados de diseño de Caracas asiste una diseñadora que hace todo tipo de bolsos con estos carteles. “Son indestructibles”, me dijo Ela Maldonado, la diseñadora en cuestión. “Es un material superresistente, plastificado; la estabilidad de sus colores aguanta sol, lluvia y tiempo. En Caracas, tengo material de sobra.” ¿Cuántas carteras tendremos que hacer para acabar con esta basura y ayudar a Ciudadela Creativa a liberarnos de la basura cultural?
Mientras las autoridades ¿competentes? y los artistas-productores de espectáculos se percatan de la cantidad de desperdicios que están generando, yo propongo hacer bolsos con los rostros del monólogo de la vagina; tapizar las paredes del cuarto de los adolescentes con los afiches de los Jonas Brothers; hacer manteles individuales con la cara de Plácido Domingo y forrar las cajas para ordenar los juguetes, los creyones y los tacos de los más pequeños con la imagen de Dora la exploradora y La Princesa y el dragón. Además podrás renovar los diseños cada semana, carteles es lo que sobra.
Sólo esto nos faltaba. La basura en cajas y bolsas negras que se encarama en aceras y deja un reguero cuando finalmente la recogen, ahora tiene refuerzo a la altura de los ojos. No hay poste que se salve del monólogo de Luís Fernández; del interminable aplauso de Mimí Lazo; de los estrenos en la nueva sala Teatrex; de los ídolos de ésta y otras generaciones; de las rumbas de los ’70, ’80 y ’90; y por qué no, de los conciertos de cantantes líricos, comedias musicales, estrenos y re estrenos teatrales y no sigo porque la lista es enorme.
Realmente no entiendo por qué si hay tantas formas de difundir un espectáculo público, especialmente cuando las entradas no cuestan 3 lochas –de las de antes– sino varias centenas de bolívares de los de ahora, la más codiciada es abusar de nuestra tolerancia y colgar carteles de un plástico indestructible para anunciar espectáculos que apenas durarán varias semanas, a veces sólo un día. Insólito.
Lo peor es que no dudo de la bonhomía y el sentir ciudadano de muchos de los artistas y productores responsables de esos espectáculos, pero creo que no se han detenido a pensar en el daño que le hacen a nuestra atormentada ciudad dejando en manos de ¿publicistas?, ¿comunicadores? la potestad de usar este medio para anunciarse. La gran mayoría de las emisoras de radio tienen espacios dentro de su programación para difundir, gratuitamente, los eventos que van a presentarse en nuestra ciudad. La nota de prensa, que yo sepa, no ha dejado de ser la forma natural de dar a conocer un espectáculo, eso sin contar con los nuevos medios: Facebook, Twitter, Blogs, Páginas Web. que surgen también para estos fines. Y sólo estoy hablando de los gratuitos. Asumo que la publicidad es uno de los costos sumados al valor de las entradas.
Y a todas estas ¿qué pasa con las alcaldías? Si esta práctica está regularizada parece que los usuarios de nuestros postes ni siquiera tienen la obligación de retirar la publicidad una vez concluida la temporada o terminadas las funciones. Los afiches se amontonan unos sobre otros y en el peor de los casos se caen, ensuciando calles y aceras dejando una maraña de alambres.
A uno de los mercados de diseño de Caracas asiste una diseñadora que hace todo tipo de bolsos con estos carteles. “Son indestructibles”, me dijo Ela Maldonado, la diseñadora en cuestión. “Es un material superresistente, plastificado; la estabilidad de sus colores aguanta sol, lluvia y tiempo. En Caracas, tengo material de sobra.” ¿Cuántas carteras tendremos que hacer para acabar con esta basura y ayudar a Ciudadela Creativa a liberarnos de la basura cultural?
Mientras las autoridades ¿competentes? y los artistas-productores de espectáculos se percatan de la cantidad de desperdicios que están generando, yo propongo hacer bolsos con los rostros del monólogo de la vagina; tapizar las paredes del cuarto de los adolescentes con los afiches de los Jonas Brothers; hacer manteles individuales con la cara de Plácido Domingo y forrar las cajas para ordenar los juguetes, los creyones y los tacos de los más pequeños con la imagen de Dora la exploradora y La Princesa y el dragón. Además podrás renovar los diseños cada semana, carteles es lo que sobra.
Quizás la Sra. Ela sea la única que se beneficie de esa basura, pero la realidad es que ese plástico no es reciclable, contaminando más aun esta ciudad, haciéndola más inhumana, mas inhóspita.
ResponderEliminarLos "brillantes" empresarios, asociados inclusive con gigantes mundiales, (la entrada para Elton John estaba sobre los 2.500 bolívares y hace poco tenían a Mika Hakinen quemando caucho en la Francisco de Miranda) tienen una mente marginal y subdesarrollada pero lo peor de todo es que se creen unos "vivos" porque se ahorran mucho dinero utilizando esos pendones y después cuando están contando su dinero acompañados de un escocés "mayor de edad", un Cohiba e imaginando formas de evadir impuestos por sus mentes no pasa el recoger su basura y limpiar su porquería.
Ellos son "vivos" ya alguien lo hará!
En un recital de poesia alguien que yo tenia a un lado me comentaba sobre "la ciudad interior". Podria pensarse que habrian tantas ciudades como habitantes; solo que la cultura se ha encargado de uniformizar al hombre: Autocentrado, Materialista, Mediatizado. Algunos hombres serian indomitos, quizas como los alemanes que nunca el Imperio Romano pudo conquistar, otros seriamos hombres muy confundidos como los mestizos que terminamos siendo la mayoria de este pais.
ResponderEliminarCrear la cultura mestiza, integrando lo mejor del caribe, del africano y del europeo; la casi imposible sintesis utopica; de otra forma pudiera ser imposible remontar estos 100 anos de intercambio desigual con paises altamente desarrollados, remontar la alienacion del mestizo.
Da verguenza ser tan pesimista, a estas alturas solo quedaria convivir con la basura, la descomposicion social, el derrumbe de la infraestructura........
Ha que tumbar todas esos afiches y ya, rayarlos, quemarlos, lo que sea. Ya basta de abusadores.
ResponderEliminarAl observar lo dificil que es crear un desarrollo coherente en una pequena ciudad, uno no puede menos que concluir que Caracas es un desorden autonomo; un caos que se mueve bajo su propia dinamica, absolutamente independiente de cualquier voluntad individual.
ResponderEliminarEsto lo pudimos ver con claridad en un viaje hecho recientemente a los Pueblos del Sur (Merida).
El Morro es un pueblo fundado sobre una meseta flanqueada por rios; si bien fotos viejas lo muestran con casas tristes y polvorientas; calles de tierra intransitables; el campanario de la iglesia es una solida torre que se ve casi desde cualquier sitio; (aun desde las ruinas de tapia de Pueblo Viejo en la falda de la montana al otro lado del solitario Rio de Nuestra Senora); la vieja escuela con balcones y ventanas altas hoy en dia casa; en los anos 60 ya se habia ido la vieja casa de gobierno; y la austera torre de tapia de la casa cural dio paso a una quintica donde vive el cura. La escuela es una edificacion de las de ahora con una enorme cubierta sobre la cancha de deportes. Un tapial largo y encalado con aguacates y naranjos detras nos recuerda una olvidada dimension de poesia que no pareciera existir en la mente del habitante; los jovenes en moto, la radio a relativamente alto volumen para espantar la soledad o el aburrimiento; el pueblo deja de ser lo que era para ser otra cosa; hasta ya tiene su incipiente zona de rancho (El Oregano).... repentinamente nos dimos cuenta de que todo esto refleja una falta de espiritualidad; de que el problema de Caracas es falta de espiritualidad; y de que el verdadero urbanismo es basicamente espiritualidad..... En pequena escala cualquier pueblo es ya inmanejable..... Mucuchachi le da la espalda al rio y sus sitios mas irresponsables estan hacia el; la gente que habita estos pueblos pareciera ser otra; ahora la idea es "lo tipico"; los zocalos de piedra y las casas pintadas como las casas de los pesesbres navidenos; frisos imitando no se que textura "colonial"; aun con rebanos de vacas atravesando las
calles y hombres a caballo que vienen a comprar o a hacer diligencias, los pueblo Mucutuy y Acequias ya comienzan a ser otra cosa; incluso algunos pueblos ya tienen edificios de apartamentos.
Subiendo montana arriba a cuatro horas del Morro por una estrecha via esta los Nevados, una verdadera epidemia de posadas turisticas, en vano buscas autenticidad; todo el mundo quiere sacar un servicio turistico de ti; quizas lo unico autentico sea su iglesia tan reciente como de 1915; quizas la nobleza de algun maestro de obra europeo, dada la hermosa ingeniosa austeridad de su interior.... un sabor agridulce te dejan los pueblos del Sur de las montanas de Merida..... una leccion de que Caracas es solo un problema espiritual y de que esta ciudad es un monstruo autonomo imposible de meter en cintura